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Endosos:

Sinopsis: El libro La Habana - Mérida - Chicago es un autoanálisis de mi vida. Representa tres hitos en mi camino a la libertad. Desde la ciudad donde nací y pasé aproximadamente cincuenta y dos años de mi vida (con estancias en Gran Bretaña y Ucrania), a la ciudad en la que actualiza a mí mismo desde unos puntos de vista religiosos, humanos y científicos durante tres años inolvidables, y finalmente a la ciudad donde podría finalmente ser libre. Siento la necesidad de escribir este trabajo, porque en este viaje hacia la libertad que experimenté sentimientos, sufrimientos, y los estados contradictorios de la mente. También tuve que tomar decisiones difíciles relacionadas con los seres humanos que más me gustaba. Quiero compartir estas experiencias con una audiencia más amplia debido a que muchas personas pueden verse reflejados en estas circunstancias y que podrían beneficiarse de las maneras en que resolvió estos problemas. En el libro, el lector puede encontrar respuestas a preguntas tales como:  a) - ¿cómo puede alguien seguir el proceso de creer en Dios, no creer en Dios y volver a Dios de nuevo? ¿Cómo se siente para ser usado por el Señor para ser útil a los seres humanos? b) - cómo y por qué Castro sigue en el poder después de 46 años? c) - ¿cómo Castro gestión para llevar la celebración de la Navidad fuera de la cultura cubana? d) - ¿cómo Castro a su vez la gente en general católicas en forma abrumadora ateo? e) - ¿Qué problema se enfrenta a un erudito honesto que cree en la revolución, y consiguió engañado después de algún tiempo? f) - ¿cómo puede haber un hombre inteligente su cerebro lavado por la propaganda comunista y despertar por sí mismo después de un golpe moral grosero en su inocencia? g) - ¿cómo es doloroso el proceso de perder sus propias raíces? h) - lo importante es la fuerza del amor puro, y cómo se puede sobrevivir a circunstancias extenuantes políticamente en diferentes países? i) - ¿Cómo se siente al dejar todo atrás a los 55 años de edad en la búsqueda de la libertad? j) - ¿Qué sentimientos contradictorios uno tiene que resolver en el proceso de deserción? A lo largo de los siete capítulos del libro, el lector puede ser testigo de cómo mis sueños de tener éxito como estudiante fueron construidos, cómo mi creencia en Dios fue interrumpida por el proceso revolucionario que irrumpió en Cuba en 1959, y cómo mi deseo de estudiar, para aprender , para ascender en la escala científica hizo que mis ojos ciegos a la realidad de un país que está siendo empujado por el desagüe en contextos teológicos, económicos y sociales. Todas mis preguntas sin resolver se resolvieron después de terminar mi segundo doctorado y regresó a Cuba con la esperanza de ayudar a mi país a salir de las circunstancias “período especial” para llegar a las conclusiones que bajo el régimen de Castro era imposible para Cuba para llegar económica progreso, y que yo mismo podía hacer nada para ayudar a mi país de origen. El edificio de mis sueños fue sustituido por la profunda decepción que pasé, lo que me hizo rechazo al régimen de Castro en su totalidad. Las cinco etapas del duelo por una pérdida real fueron seguidos por mí: negación, ira, negociación, depresión y aceptación se turnaron para dejarme con sólo una opción - para salir de Cuba tan pronto como sea posible. El proceso de perder mis raíces ya había empezado rompiendo mi enlace con la industria azucarera cubana, donde había hecho la mayor parte de mi trabajo de investigación durante veinticinco años. En el momento en el que mi actividad docente e investigadora se bloqueó considerablemente y casi detenidos en Cuba, mientras que mi salud estaba colapsando, la ciudad de Mérida me dio una mano. Me quedé allí desde septiembre de 1993 hasta abril de 1996. En Mérida llegué a mi máxima capacidad de investigación en la realización de proyectos con profesores y estudiantes, en el grado de tutoría y los estudiantes graduados, en papeles de escribir y publicar un libro sobre la metodología de la investigación, así como en la organización y participando en seminarios científicos. La realización religiosa, científica y pedagógica en Mérida se interrumpió abruptamente cuando fui a Cuba a visitar a mi madre y niños. El Ministro de Educación Superior de Cuba dio la orden de no regresar mi pasaporte y me obligó a permanecer en Cuba durante siete largos meses. Toda mi actualización se detuvo y se me ha estancado en Cuba sintiéndose absolutamente infrautilizadas de una manera productiva y privados de todos mis derechos como ser humano. Los siete días que se convirtieron en siete meses me hacía sufrir enormemente desde que me separé de mi mujer, que, afortunadamente, podría permanecer en México. Sin embargo, estos siete meses me han ayudado a prestar atención a mi madre como nunca lo había hecho antes, para fortalecer mi fe religiosa, y para romper mis raíces con el sistema de la educación superior cubana - a la que estaba vinculado durante treinta y cuatro año ago - y con Cuba. Después de perder todas mis raíces, empecé a estar listo para desertar. La prueba dura para salir de Cuba fue largo y difícil de soportar. Sólo mi fe en el Señor y en mi esposa me ayudó a sobrellevar las viajes al aeropuerto cada sábado por la mañana y por la noche durante siete meses para enviar y recibir cartas de mi mujer. Cuando, después de cinco meses, el gobierno cubano finalmente me dejó ir por dos meses y sólo dos meses, luego tuve que renovar mi visa mexicana que ya había expirado. Dos meses más angustiantes que viajan a la Embajada de México en La Habana tenían que ir con el fin de que me vaya Cuba para siempre. Dos meses más estresantes fueron todavía por delante de la pareja cubana en busca de la libertad. Altas y bajas eran para ser vivida, incluyendo la búsqueda inútil para asilo político en México, el momento de la deserción en el consulado de Estados Unidos en Mérida, la busca de un lugar para ocultar una vez que el permiso de dos meses concedido por el gobierno cubano había expirado, la agradable sorpresa de recibir la visa americana de una manera increíblemente rápida, y la inesperada sorpresa en el momento de embarcar en el lugar que nos llevaría a Chicago. El Señor escogió Chicago como el destino final de mi camino a la libertad. Aunque en este libro sólo he incluido mis primeros cinco meses en esta ciudad, fueron suficientes para que nos sintamos más libre que nunca antes en nuestras vidas. En realidad, se trata de un viaje desde el ejemplo más contemporánea de un país sin piedad gobernado por un dictador que pretende ser un rey - un término de cuarenta-de cinco años en realidad representa un reino, en lugar de una presidencia - negando a su pueblo el ser humano más elemental derechos, a un país capitalista en desarrollo con el predominio de una de las partes durante casi setenta años, y finalmente a la cuna de la democracia en el hemisferio occidental. En otras palabras, este viaje es una batalla por la libertad secuencial. La historia no es común. La narración está llena de coincidencias que parecen estar tomado de la configuración de imaginarios en una secuencia muy oportuna. Todos los eventos mencionados en este libro son totalmente real, aunque los nombres de los participantes han sido cambiados para preservar la confidencialidad. Como explico en detalle en el libro, hice el viaje Habana - Mérida - Chicago, pero el Señor era el autor de todo el plan.